Real Onda(under) Me mística.

Los detectives salvajes, la Literatura de la Onda de la que José Agustín y Parmenides García Saldaña eran parte, así como la Memética como lo plantea Richard Dawkins en su libro El gen egoísta. Influenciada de igual forma por el existencialismo de Hesse de Dostoievsky, el periodismo Gonzo.

Tecnofobia/neoludismo cotidiano. Mematrix

Cuando lo encontré y llegué a la salida sudaba del estrés durísimo, o quizás de correr por todos los estacionamiento de galerías, estaba seguro era el tercer piso, recordaba estaba muy lleno como en esos días de tráfico cabrón que parece no cabe un alma en la calle, y sin embargo estoy seguro no hay almas en la calle. La estúpida máquina no tomó mi boleto pues me había pasado de tiempo.

RECAÍDA A LOS SÍNTOMAS DE LA ERA DIGITAL

Nunca nos habíamos burlado tan profanos del paso del tiempo. A cada rato en nuestro celular ya vimos otra historia que hace un chiste demasiado rápido. Pasamos una historia como si nada importase. Luego una historia de algo horrible y la pasamos más rápida para no verla, un perrito asesinado brutalmente, una mujer apedreada del otro lado del mundo. Así como la gente que nos pide dinero en las calles víctimas del sucio capitalismo, mejor volteamos a otro lado. Mejor me aconsejan encuentre otras formas en el silencio.

Cap.5: Nahui Ollin. Movimiento constante.

(más allá de alguna moralidad) Quiero reposar los músculos de los dedos y las circunvoluciones de un cerebro evidentemente perturbado. Perdonen el muchísimo texto que mejor puse en pdf para explayarme sin sentir los ahogo con tanto texto y ni un dibujito. Click acá abajo. Gracias por leerme, tu crítica, comentario y si, lo deseasSigue leyendo «Cap.5: Nahui Ollin. Movimiento constante.»

Cap.4: El inicio y el final. CANCELADO (funado).

De la censura no obtendremos nada, nos acercaremos más a una dictadura, y no quiero «arte» culero, no quiero más amiguismos de politiquillos mecos, no quiero silencio por callar, no señor.

Encontrarse

Se siente extraño no escuchar un mensaje, o peor aún, no poder ansiosamente cada ciertos minutos tomar una parte de mí mismo, a veces la parte que más me gusta de mí, y reconocerme a través de los stickers que mando y me mandan, de los memes que comparto para toda la gente y que como pequeños mantras me recuerdan la fugacidad de la vida,