Encendí la luz. Con tristeza advertí
que era falsa, como todo. Hubiera
preferido una vela, hasta me sentí
pirómano.
Encendí la luz. Con tristeza advertí
que era falsa, como todo. Hubiera
preferido una vela, hasta me sentí
pirómano.
…Lo único que alivia mis entrañas es rascar poquito. Rascar un poco. Y pienso en tus diarios, pienso en la cantidad de escritos que quedaron guardados bajo alguna llave, bajo alguna contraseña. Pienso en el día que te enterraron y en la casa de tus abuelos donde viviste la infancia. Huelo un cigarro e indiscutiblemente recuerdo el modafinilo que ingerimos para no dormir por días. La sensación que causaba en el estómago no probar un alimento