Mi corazón late distinto cuando escucho y digo tu nombre. Lo digo cien veces. Lo digo mil veces.
Quiero encontrarme con tu espíritu en todas las vidas,
Me esfuerzo en llevarlo a cabo.
Si en esta vida te pierdo: te busco en la siguiente,
camino sonriente esperando un milagro.
El cuento es más amable si te mantienes positivo:
Diez mil veces hemos visto las mismas..,
Diez mil veces hemos imaginado.
Vulgar reconoce aún la dulzura como el aceite de palma de coco en los labios del rocío fresco,
Pestañea y sonríe.