Te envidio un poco, un mucho
Porque dijiste a la mierda todo
Y yo ya lo he dicho tantas veces que ya ni lo escucho
Detrás de mi cabeza ya no hay nada más que un colchón en donde descanso la cabeza
En donde descanso mis sueños
Pienso que eres, es decir, eras, o te convertiste en últimas instancias,
en alguien indominable
inconsolable pero
abominable para la cultura,
para la sociedad y la obsena realidad
Que te juzga desde su asiento
Me parece a veces
Te transformaste en uno con el espacio-tiempo
Con la unidad sagrada conformada por el
Ser-estar
Porque a veces te busco en todas partes
Y tampoco encuentro el lugar preciso donde quedó mi foto con la chica que usé de separador en un libro abandonado
Porque he quedado abandonado y también completo
Porque solo existes en el tiempo-espacio de los que quedamos atrás
Y tu tiempo se ha expandido más allá de tus escasos años
Y tu espacio más allá de tus miserables huesos
Generalmente cuando escribo
Pienso que esto es algo tan abstracto y absurdo
Pienso que la vida me da asco recurrentemente
Que todo es tan penoso
—Todo es tan penoso— me digo en voz baja diariamente
Cuando me lavo los dientes y ahora es momento de escupir
Cuando alguien pregunta algo y me da por hablar
Cuando
Encuentro la necesidad de salir de la cama
De mi casa
De tomar un poco de sol
Y me siento en una banca que se parecía a las que tú usabas
—Todas las bancas han de ser masomenos lo mismo— me digo cuando estoy solo
Y cuando alguien se acerca murmuro como haciendo planes para que no piensen que estoy loco
Fracaso
Algo me dice que fracaso
—Fracasaste, has de saber que fracasaste—
No puedo evitar sonreír
Alguien me mira sonreír y no sé como actuar,
Solo río como si me acordara de un chiste
—Como si me acordara de un chiste—