Escribo allá y acá y arranco la hoja de no sé qué. Me veo de lejos y noto como mi cuerpo trata de expresar cuánto no sé qué chingados, manchado hasta los codos, quizás esto tenga sentido, una coherencia, me digo. Le doy vueltas y trato de sacar la pata sin aun despertar de la junta de la tarde, de las tres de la tarde me parece había sido, ya lo recuerdo, y era una junta era bastante importante, justo me llaman la atención y al levantar la vista de la mesa los hombres muy formales me miran confundidos, alejo mi mirada de ellos hacía el largo ventanal a mi derecha. Ya todo empezaba a tener un poco de más orden para los asuntos laborales y estudiantiles de los institucionalizados en un día común de desarrollo silvestre, en sus casas y sus fábricas de sonrisas y perpetua pretensión. Fábricas de mitos, plástico, pastillas y lujos bonitos y brillantes evidentemente caros, claro que ésto daba sentido a la realidad, ayudaba a llenar la vacía existencia, ayudaba a mantener la consciencia complacida y así justificar la auto-explotación encerrados en cuatro puertas, cuatro miserables dimensiones donde la pequeñísima comprensión permite derivar sin saber cuándo se durmió y si es que alguna vez despertó y supo lo que significó algún estado de vigilia.
Busca despertar y busca hacer sentido a los sueños y rumores que dice la gente son realidad y ficción. Sueña con Alejandro Magno, con Marco Aurelio, se sueña en las puertas de Constantinopla con Mehmed II, piensa en Caín, en Siddhartha, en Mahoma, hay humedad debajo de las sábanas piensa en la navaja, en Aquiles, en Homero, en Sinuhé, ¿ese sí existió? Sueña en la carne y la sensación mantequillosa, resbaladiza, suave. Sueña que cae en un tobogán. Sueña con oscuridad y ausencia.
Por favor despierta y que esta sangre no sea tuya
Esto es un mal sueño.
(Dreams are so sacred they cannot be controlled)
Por favor no llores.
4rtific.mx 