Esta obra tiene el valor en su escrito por su increíble apego con la realidad mexicana, la reproducción teatral se prevée como una limitación incluso desventaja para su regocijo ideal.
ACTO PRIMERO
CUADRO PRIMERO
MÉXICO,2013 UN SALÓN OSCURO Y GRANDE REPLETO DE GENTE, MUSICA CULERA POSIBLEMENTE DE BLACK EYE PEAS, RUIDO Y EVIDENCIA DE TABACO IMPERAN. A PESAR DE LA HUMEDAD PERCEPTIBLE EN LAS ROPAS Y FRENTES DEL CONGLOMERADO ESTOS CONVERSAN, GRITAN, BAILAN, SE EMPUJAN DESQUICIADAMENTE. ENTRA JAIME JALANDO A JOSEFA DE UNA MANO. LE DICE ALGO BUSCANDO COQUETEARLE AL OÍDO, ELLA NO LO ESCUCHA CON CLARIDAD Y SONRÍE.
NARRADOR: Ya llevaba rato Jaime cortejando a Josefa y a pesar del nulo interés en Él, la necesidad de salir de su casa la habrían llevado a incluso algún lugar peor piensa, todo por su preponderante necesidad de huir, abandonar el nido que ahora era más bien trinchera; el país sufría una dura crisis, o así lo venían diciendo sus padres recurrentemente desde la segunda derrota de Obrador, a veces decían algo como: “No es posible que nos vean la cara de nuevo, recuerda, Josefita, bien lo dijo Stalin: lo que importa es quien cuente los votos, tú no te dejes engañar, hay que luchar por este país” . Al inicio esto fue muy difícil de aceptar para Jaime, hijo de un diputado bien acomodado del PAN, pero el fervor que le provocó conocer a Josefa ese día, un jueves de septiembre jugando maquinitas a los 13 años lo marcó para siempre y ahora estaban finalmente en el bar a los veinti-tantos años juntos.
JAIME: ¡Qué bueno que accediste a venir, ya tenía muchas ganas de finalmente salir contigo!
(LE GRITA AL OÍDO PARA SER ESCUCHADO)
JOSEFA: ¡¿Qué?!
JAIME: ¡Qué qué bueno que pudiste venir!
JOSEFA: ¡Ah, sí, sí qué bueno venimos!
NARRADOR: Josefa, busca la manera de salir de ahí, Jaime logra mantenerla apretada cada vez más fuerte del brazo, de agrandar sus ojos al mirarla, de hablarle más de cerca.
JAIME: ¡¿Te gusta está música?!¿Está de poca madre o soy yo?
JOSEFA SONRÍE
NARRADOR: Josefa mira a la gente disfrutando, tomando, bailando, bien vestidos y arreglados, piensa en la manifestación del diciembre pasado, piensa en la crisis del país, entiende que a Jaime no le importe un comino eso, es un imbécil y ella solo aceptó salir para poder estar en otra parte y poder pensar en otra cosa, y ahora que está con él es precisamente lo único en lo que piensa. Trata de ignorar la detestable música que solo combina con el olor y toda la gente hueca que encuentra a su alrededor, luego piensa que ese es un pensamiento muy pretencioso. Se sienten triste y la música le hace sentir asco.
JAIME: ¡Yo conozco a alguien de los VIP aquí!
JOSEFA SONRÍE
SUENA “TONIGHT IS GONNA BE A GOOD NIGHT”
JAIME: ¡¿Voy al baño, te traigo algo?!
JOSEFA: ¡¿Perdón?! FINGE QUE NO LO ESCUCHA
Narrador: Quisiera no haberlo escuchado, no haber venido con este imbécil.
JAIME PONE SU MEÑIQUE Y PULGAR EN ALTO MIENTRAS VERTE IMAGINARIO LIQUIDO HACIA SU BOCA, JOSEFA NO SE INMUTA. NO PRESTANDOLE TANTA IMPORTANCIA JAIME SE ALEJA DESAPARECIENDO ENTRE LA GENTE HACIA EL BAÑO
Jaime:¡Muy bien los traigo, no me tardo!
CUADRO SEGUNDO
EL BAÑO AÚN MÁS OSCURO, UNAS DIEZ PERSONAS EN LA PUERTA AMONTONADOS COMO SI LES PAGARAN POR HACER BULTO, SE ESCUCHA A UN HOMBRE DESPECHADO, LLORANDO, TAMBIEN SONIDOS DE VOMITO SEGUIDO DE “¿TODO BIEN, PEDRO?”
NARRADOR: Jaime es una persona que se repugna fácilmente y no lo parecería por el hedor y vista que hay en el lugar pero solo puede pensar que su abdomen ya aprieta de orina y la sensación incluso baja y le cosquillea por sus adentros. Siente mariposas por todas partes.
JAIME SE ACERCA A LOS URINALES MOVIENDO LAS PIERNAS COMO BAILANDO O MATANDO CUCARACHAS.
NARRADOR: El primer y segundo urinal: ocupados, el tercero tiene bilis aunque también podría haber un poco de atún disuelto ya acompañado de papel higiénico.
JAIME REGURJITA UN POCO SOSTIENE SUS GANAS DE VOMITAR SIGUE ACERCANDOSE AL FINAL DEL BAÑO QUE PARECE CADA VEZ ALARGARSE MÁS Y LLENARSE MÁS DE PERSONAS.
NARRADOR: El baño está repleto, la gente nos ha alcanzado, Jaime encuentra un espacio para orinar, el piso del mojado pero carece de grumos. Seguramente solo orina, “nada más orina”, piensa. En el siguiente lugar, alguien de su edad aproximadamente, “no se ve más pedo que yo” piensa Jaime, tiene razón, se percata de las nalgas desnudas, sus pantalones y calzones descansan en sus tobillos mientras orina sin pena, ni gloria. Baja la palanca, se agacha para subirse los pantalones, y solo entonces le da una mirada a Jaime, es más bien una sonrisa burlona.
JAIME : Vale. (PARA SI MISMO) Pinches priístas nacos.
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